La innovación ha sido un concepto que ha evolucionado año tras año, a través de las revoluciones industriales se han introducido desafíos desconocidos que poco a poco re definen este concepto a futuro.
El concepto de innovación cada vez es más complejo ya que se va integrando a diferentes ecosistemas y tiende a ser no-lineal, incluso llega a ser interactivo, lo que implica una colaboración más variada y perspectivas diferentes, esto con el fin de dar respuesta a las necesidades reales de la sociedad.
Hoy en día podemos ver que la innovación en su evolución incluye diferentes aspectos como a las personas, proyectos, cultura, tecnología e incluso sostenibilidad.
En las personas ha logrado a incluir habilidades nuevas en las organizaciones, con una visión más amplia y a largo plazo de las necesidades y oportunidades que nos deparará el futuro, es decir, personas más consientes.
Con los proyectos ha generado un impacto hacia la tolerancia de riesgo e incertidumbre, en vez de planes prefijados y objetivos poco realistas.
Hablando de la cultura, este término sitúa las visiones innovadoras por encima de fidelidad a las tradicionales estructuras organizativas y formas obsoletas de trabajo.
Con la tecnología, se ve incluida como una herramienta para potencializar cualquier solución o idea innovadora, con el fin de facilitar su expansión, escalamiento o exponencial y fomente la democratización e incluso la desmonetización de algunos productos o servicios.
Sin duda la innovación ha evolucionado tanto que hoy en día es un enfoque necesario para resolver nuevos retos, adaptarnos y prosperar.
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